De nuevo ‘el todo urbanizable’? URBANISMO en manos de economistas
Hoy me he encontrado con este artículo (¿De nuevo ‘el todo urbanizable’? | Economía | Cinco Días.), que me viene a recordar que en este país no aprendemos tan fácil, y no he podido resistirme a escupir mi rabia en este post.
Gerardo Roger Fernández, arquitecto y profesor de Urbanismo del Instituto Pascual Madoz de la Universidad Carlos III, analiza con gran acierto, un informe de la Comisión Nacional de Competencia, en el que se deja entrever la intención de volver al «urbanismo» desenfrenado que tanto daño ha hecho, no solo a nuestras ciudades, sino también a nuestra economía.
EL URBANISMO EN MANOS DE ECONOMISTAS
En mi opinión el problema empieza cuando la concepción del urbanismo se deja exclusivamente en manos de criterios economistas, sin tener en cuenta los valores intrínsecos de la ciudad y su ordenación.
Cuando se desprecia la morfología de la ciudad y los aspectos sociales, históricos, de sostenibilidad o medioambientales, de la ordenación urbana, entonces llega el tiempo de las teorías más o menos disparatadas de iluminados que vienen a solucionarnos la crisis económica, con afirmaciones del calibre de «hay que poner más suelo a competir para bajar el precio». El ser humano no tiene competencia en la naturaleza cuando se empecina en hacer las cosas mal.
Como bien afirma el profesor Roger, ¿cómo va a competir un suelo con otro suelo? Recuerdo perfectamente como «bajaron» los precios de la vivienda en España cuando cada pedacito de territorio era susceptible de ser hormigonado. (nótese el sarcasmo).
agarrense que vienen curvas: Y AHORA… SIN ARQUITECTOS
Y no se vayan todavía, que aún hay más.
La actual corriente ultra liberal, está provocando la desregulación de la profesión de arquitectura, que es la única que tiene una formación específica en urbanismo, la única en la que se estudia cómo funciona la ciudad, y cómo debería funcionar… queda poco para ver a profesionales sin preparación alguna, dibujando los trazos de los nuevos suelos que tendrán que competir con nuestras actuales ciudades en esa carrera por «bajar» los precios.
Y esto no traerá buenas consecuencias. Tiempo al tiempo.
Aquí adjunto el artículo original.
